dijous, 12 de novembre del 2009

La sospecha

Un hombre perdió su hacha y sospechó del hijo de su vecino.
Observó la manera de caminar del muchacho: exactamente como un ladrón.
Observó la expresión del joven: como la de un ladrón.
Observó también su forma de hablar: igual a la de un ladrón.
En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable del hurto.

Pero más tarde encontró su hacha en un valle. Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho parecían muy diferentes de los de un ladrón.

Anónimo

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